LOS MEXICANOS, LAS REFORMAS Y LA CONAMM

Nuestra democracia continúa dando señales de que madura junto con la actual generación de políticos mexicanos, dando expresión jurídica a un nuevo acuerdo político. Ayuntamientos del país entero y de todo signo partidario protocolizaron la creación de la Confederación Nacional de Municipios de México (CONAMM) y, con ella, cobra vida la más extensa red que agrupa a los depositarios de una de las expresiones del poder público que más sentido le hacen a los mexicanos: el ayuntamiento.

Por su carácter plural y colegiado, por tratarse de la única instancia de poder que desempeña tanto la función ejecutiva como la legislativa, y por ser responsable de la administración de los servicios públicos elementales, el ayuntamiento es la expresión del gobierno más próxima a la sociedad, y por lo mismo no sólo debe ser eficaz, sino eficiente. Para cumplir tales propósitos ayer se dio status jurídico a una organización de organizaciones que tienen en común la obligación de aumentar la calidad de vida en México, mejorándola en los municipios que lo integran.

Si las once reformas transformadoras recientemente aprobadas por el Congreso de la Unión alientan la expectativa de los mexicanos en general, la reforma del municipio alimenta la esperanza de los ciudadanos en lo particular.

Para que lo aprobado por diputados locales, federales y senadores de la República, sea palpable en la vida cotidiana de la gente, es indispensable que el gobierno de proximidad esté a la altura de lo que los mexicanos merecen: servicios públicos de calidad.

En la fase actual de la transformación de México, en esta etapa que consiste en implementar las reformas aprobadas, la responsabilidad de los gobiernos irá pasando rápidamente del ámbito federal al estatal y municipal, que adquirirán crecientes responsabilidades y, eventualmente, los recursos necesarios para cumplirlas.

Entre las sanas finanzas nacionales y las buenas finanzas familiares, media la eficiencia de los gobiernos locales. Esto exige reaccionar ante la evidencia de que para un contexto que ya cambió, es indispensable un gobierno municipal mejor y diferente al que conocemos.

En ello radica la importancia de la CONAMM, el más reciente eslabón de la historia del municipio en México que, fundado en 1519 en Veracruz, ha vivido una evolución constitucional en siete episodios a partir de 1824 en que fue reconocido de facto; 1857, cuando se estableció la “obligación de todo mexicano de contribuir para los gastos públicos del municipio en que resida”; 1917, en que se le consideró como base de nuestra organización política y administrativa; hasta 1983 cuando se aprobaron sus potestades tributarias y enlistaron sus atribuciones; y 1999 en que se le reconoció el derecho de iniciativa para proponer a las legislaturas estatales cuotas y tarifas aplicables al cobro de contribuciones sobre la propiedad inmobiliaria.

Por César Camacho*