Por lo anterior, aseguró que “no vamos a bajar la guardia, ni vamos a perder ritmo. La instrucción que he dado a los titulares de las distintas dependencias del Gobierno de la República es acelerar los trabajos para la reconstrucción, y no sólo ello, sino eventualmente mejorar las condiciones de aquellas zonas que se vieron lamentablemente afectadas”.
Eso implicará, señaló, mantener los niveles de apoyo, especialmente a lugares que, por su aislamiento, por estar apartados de centros urbanos, todavía están demandando algún tipo de atención”.
Expresó su compromiso de que “el ritmo que el Gobierno de la República habrá de imprimirle a la reconstrucción será tan acelerado, oportuno y eficaz, como queremos que lo más pronto posible las personas y las familias que resultaron damnificadas, y la infraestructura dañada, vuelva a estar en condiciones de normalidad y plenamente operativas”.
Mencionó que ya se tiene un importante avance del censo que Desarrollo Social y SEDATU llevan a cabo para una cuantificación objetiva, real y precisa de las viviendas afectadas, de los negocios afectados, “y que nos permita que este proceso de reconstrucción y de ayuda que ya han venido recibiendo las familias afectadas, se acelere y podamos nuevamente restablecer condiciones de normalidad”.