EDITORIAL: “Virgen del Carmen, Stella Maris” (Ricardo Alonso LARA TREJO)

No encuentro en mi memoria algún alcalde de Carmen que no tenga que ver directa o indirectamente con la religión católica. José Jáber, Ricardo Ocampo, Ignacio Seara, Jorge Rosiñol y Enrique Iván González, son egresados del colegio Marista. Aracely Escalante y el iluminado Luis Fuentes Mena, educaron a sus hijos en el mismo.

Claro, la mayoría de ellos participaron de manera discreta en actividades religiosas católicas durante sus administraciones, con la finalidad de respetar el estado laico que marca nuestra Constitución.

No es un pecado el hecho de haber colocado el monumento de la Stella Maris en el malecón, muchos lugares han alcanzado su desarrollo en el turismo religioso con esas obras de arte. Veamos algunos ejemplos: El Cristo de las Noas, monumento ubicado en la ciudad de Torreón (Coahuila). Mide 21.80 metros de altura.

El Cristo Redentor mide casi 7 metros de alto y pesa 4 toneladas. Construido en la cordillera de los Andes en la frontera entre Argentina y Chile. El Cristo Redentor o Cristo de Corcovado, una imagen de 30 metros de Jesús de Nazaret en Brasil. Es reconocida como una de las Nuevas Maravillas del Mundo Moderno. El Monumento al Divino Salvador del Mundo en la Plaza de las Américas que está localizada en la ciudad de San Salvador, El Salvador.

No alcanzaría espacio alguno para mencionar el sin número de monumentos religiosos que han sido construidos por gobiernos democráticos del mundo. Entonces, ¿dónde estuvo el pecado de Enrique Iván González López que salpicó al gobernador Fernando Ortega Bernés?

Veamos. Primero, González López tiene aspiraciones de continuar en la política como lo han hecho sus cuatro antecesores. Buscó la fórmula equivocada. No todos los habitantes de la Isla del Encanto, Ciudad del Carmen, son católicos y los no católicos levantan la voz, aunque la Stella Maris represente un capital turístico.

Segundo, Enrique Iván tiene la obligación de decir de dónde salieron los millones de pesos para tan preciado monumento. Si fueron donados, tendrá que mencionar el nombre de las empresas caritativas. Pero si el dinero salió de las arcas públicas, tendrá que aguantar los reparos, porque los demonios se enfrentarán a Satanás.