martes, 10 de marzo de 2015

LAS EXPERIENCIAS DE LA JUVENTUD. Frank Barrios Gómez.


   Recuerdo que hace varios años, al estar platicando con un grupo de personas, hice el comentario sobre el padre Martín del Campo. A este párroco, las pocas veces que lo llegué a tratar, de inmediato percibí esa emanación que sólo los grandes místicos proyectan. Incluso dije: “No es necesario que una persona tenga que ser declarada santa, por el Vaticano. Para mí, el Padre Martín del Campo lo es.”
   De inmediato, uno de los presentes, comenzó a hablar pestes sobre ese cura, argumentando que en su juventud había hecho cosas nada gratas. Le respondí, que en la Biblia está escrito, que varios personajes que fueron ser de la peor calaña, resultaron convertidos a la doctrina cristiana, y se redimieron convirtiéndose en santos.
   Llevan ante Jesús a la pecadora, a quien habían agarrado en adulterio. Insistía la chusma, en que según las leyes de Moisés, debía morir apedreada. Como insistían, les dijo Jesús: “El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra”. (Juan 8.7)
   El mismo Moisés, mató a un soldado egipcio, para defender a uno de su pueblo. Esto lo convirtió en el elegido para guiar al pueblo de Israel hacia la libertad, después de haber sido esclavos de los egipcios. ¡Y quién censura ese acto criminal en contra de Moisés?
   La vida es esplendorosa, y la vivimos con creces. En la juventud, gozamos de experiencia nula, cometiendo infinidad de errores, los cuales a muchos les cuesta su propia vida.
Otros, quedan atrapados dentro de sus mismos errores, y ya no salieron por muchas razones. No somos nadie para estar calificando al prójimo. Cada quien escribe y vive su propia historia, y sólo él conoce el porqué de su situación. SI DESEA
EL ARTÍCULO COMPLETO, SOLICITARLO A: laratrejo@hotmail.com)

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