viernes, 7 de noviembre de 2014

LAS MANOS CURATIVAS DE LOS ANTIGUOS REYES Y PONTÍFICES. ( Frank Barrios Gómez)



   El don de la curación, es algo que en la actualidad muchos curanderos lo practican de una manera empírica. Algunos desconocen el por qué de esta facultad, y argumentan que es algo hereditario, porque sus ancestros también se dedicaron a este tipo de prácticas. Otros aducen que así nacieron, y que se trata de la voluntad de Dios.
   En ambos casos están en lo cierto, pero a todo debemos encontrarle una explicación, ya sea científica o esotérica. En el primero de los casos, es muy cierto que mucho tiene que ver el que los ancestros desarrollaron estos dones, y por genética los sucesores nacen con algo de esa facultad. Esto puede apreciarse en la vida práctica, los hijos de un abogado nacerán con inclinación hacia las leyes. En el hogar de los cantantes, no es raro que sus sucesores también tengan inclinación por esa vocación.
   En el segundo de los casos, dejar todo de la mano de Dios, también tiene una explicación. Pero ésta, para comprenderla se hace necesario adentrarse al estudio de la reencarnación. Recuerdo mucho cuando mi madre (q.e.p.d.) decía: “Lo único que nos llevamos cuando nos morimos, son los gustos que nos hemos dado”. Una persona que en determinada vida pasada, se haya dedicado a una vocación (canto, sanación, abogado, política), desarrollará esa aptitud la cual si se sigue practicando vida tras vida, al nacer, por ejemplo en esta existencia, vendrá más desarrollado y es así como encontramos a los niños prodigio, sabios, inventores que a temprana edad comienzan a dar muestras de que ya conocen de memoria, el papel que han venido practicando a través de las vidas del Samsara (muerte y nacimiento). Dejar todo de la mano de Dios, es algo que debemos analizar en base al ejemplo con el que estoy ilustrando.
   En la antigüedad, el don de la sanación por medio de las manos, era algo que correspondía en gran parte a los reyes y pontífices. La ciencia oficial, mientras siga enjaulada en sus conceptos, de querer demostrar por sus medios algo para poderlo aceptar, no podrá por el momento comprender el por qué, mucha gente puede curar con sólo poner la mano sobre el enfermo. También se da el caso del maestro de maestro, Jesús de Nazaret, quien con su voz ordena: “Levántate Lázaro”. Y aquél cuerpo que tenía 4 días de fallecido y estaba putrefacto, se levantó y vivió hasta que los detractores de Jesús, para borrar las huellas de sus milagros lo asesinan.
   En siglos pasados, a los pontífices se les atribuían poderes supremos, gracias a que habían pasado por un ceremonial de consagración, y desde ese momento tenían el don divino en su alma, y así podían contrarrestar enfermedades, aplacar a los elementos de la naturaleza y combatir al demonio. Cuando el Papa oficiaba en la Catedral de San Pedro o en alguna basílica mayor, rasgaba un papel que contenía escrita una maldición hacia las brujas, y esparcía los pedazos de papel entre el pueblo. Cada trozo del pliego tenía poderes especiales hacia los brujos, y los que tenían acceso a ellos, los guardaban celosamente para estar protegidos contra esos males.(SOLICITA EL ARTÍCULO COMPLETO A: laratrejo@hotmail.com)

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