Estamos a pocos
días de concluir el período vacacional y dar inicio al ciclo escolar 2014 –
2015. Mi preocupación como docente había
sido el espacio tan extenso entre un curso y otro, o sea, las llamadas
vacaciones de verano. Éstas se extendieron en años anteriores, hasta por dos
meses.
Los alumnos
regresaban sin recordar lo aprendido. Los
cambios en el ámbito educativo han ido disminuyendo este espacio y sólo
permiten que los alumnos retomen energía y continúen su proceso de aprendizaje.
Aunque con estas modificaciones al calendario escolar, los maestros son los que
sufren por el corto receso.
Pero los más
preocupados son los padres, sobre todo aquéllos que con trabajo tienen para sostener a sus familias. Los
padres, que tienen que trabajar de sol a sol para poder llevar el pan de cada
día a sus humildes viviendas. En estos momentos ya estarán exprimiendo el bolsillo porque sus hijos
iniciarán un nuevo ciclo escolar.
Estarán
pensando en uniformes(del diario y deportivo), credenciales, zapatos, mochilas,
cuadernos, forros para los mismos, lápices, plumas, colores, 100 hojas blancas
para la dirección de la escuela y las famosas “cuotas voluntarias”, que se
supone maneja la directiva de padres de
familia.
La Seduc y
los supervisores saben que en muchas de las escuelas de educación básica, estas
“cuotas voluntarias” sólo vienen a formar parte de un botín de piratas, pues ya
que en los plateles educativos nunca se observa una mejora con estas dolorosas
cuotas que solamente lastiman la economía familiar.
El eterno
presidente de la sociedad de padres de familia del municipio de Carmen, José
Luis Casillas, señaló que si en alguna escuela las cuotas son obligatorias, lo
único que tienen que hacer es levantar una demanda ante las autoridades
educativas. Y con esto vienen las pregunta: ¿qué padre expone el lugar que le
corresponde a su hijo por presentar una demanda que al
fin de cuentas, tendrá que pagar la dichosa cuota con abonos chiquitos?¿por qué
las autoridades educativas no investigan la forma como se manejan esos
recursos?
PUNTO FINAL 339. Desafortunadamente las autoridades no tienen
el presupuesto para realizar su trabajo
de campo. Están en sus cómodas oficinas esperando que algún padre de familia
les lleve su inconformidad. Mientras esto suceda, no queda de otra que seguir
pagando y pagando en una educación laica y “gratuita”… hasta la próxima.
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