miércoles, 18 de junio de 2014

Lineamientos para el trabajo colegiado (Fernández editores S.A. de C.V )

La gestión directiva en el centro educativo requiere de un significativa voluntad para alcanzar el éxito, uno de los retos académicos más importantes es lograr que los docentes participen de manera activa y organizada en las iniciativas planteadas desde el comienzo del ciclo escolar y hasta la evaluación de los resultados, cuyo objetivo central es elevar la calidad de la educación.
El trabajo colegiado es una práctica basada en la consulta, reflexión y análisis del programa de trabajo, impulsando actividades pedagógicas centradas en los aprendizajes de los estudiantes y fundamentadas de manera previa en un diagnóstico institucional, en el cual, las propuestas e inquietudes de los maestros deben ser escuchadas.
 Una definición que profundiza en este concepto lo considera como la reunión entre profesores para conversar cara a cara buscando un objetivo común: incidir en los aprendizajes de los alumnos, donde debe prevalecer lo que se denomina las ‘5 C’: −Comunicación, Coordinación, Complementariedad, Compromiso y Confianza, en algunos casos también se agrega la Colaboración−.[1]
 Para estas reuniones es preciso el establecimiento de reglas, la toma de acuerdos, así como el cumplimiento y respeto de los mismos. De este modo se puede considerar que los tres elementos centrales del trabajo colegiado son: participación, objetivos comunes y el logro de compromisos.
 El líder de la escuela tiene el desafío de integrar y coordinar al equipo o equipos para dialogar, y compartir experiencias en un clima de respeto y tolerancia, diseñando tanto estrategias como soluciones en caso de enfrentar dificultades en el contexto del aula, con el propósito de mejorar la formación integral de los alumnos, reconociendo sus estilos, actitudes y valores.
 De las sesiones se deberán desprender lineamientos para guiar el trabajo colegiado, estos con relación a los siguientes aspectos:
1.  Promover la participación docente en las sesiones que se desarrollen, coordinadas por el director, para cumplir labores de planeación, seguimiento y evaluación curricular.
  1. Determinar los medios e instrumentos de evaluación para detectar fallas o inconsistencias en el aprendizaje de los estudiantes y, en caso de encontrar alguno, corregirlo, coadyuvando de esta manera en un mejor aprovechamiento y eficiencia terminal.
  2. Posibilitar el análisis, reflexión e intercambio académicos de experiencias entre directivos, docentes y personal técnico, para permitir una gestión eficaz en la institución.
  3. Constituir este espacio para la realización de investigación y propuestas pedagógicas innovadoras que permitan fortalecer los contenidos curriculares, así como sugerir estrategias necesarias en materia de superación y actualización pedagógica

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