Como la gran familia en que se han convertido
niños y niñas de los albergues “María Palmira Lavalle” y del Centro de
Solidaridad Juvenil, convivieron en una alegre posada con sus invitados
especiales de otras casas Hogar: “Divino Niño” y “Rancho Palomar”, en la que
cantaron las posadas, rompieron piñata, comieron una rica cena y postres.
Adriana Hernández de Ortega, Presidenta del
Patronato del DIF Estatal; la directora general, Laura Cecilia Pinzón Ceballos,
la Procuradora de la Defensa del Menor, la Mujer y la Familia, Yleana Gómez
Barrera y la presidenta del Patronato “Pequeños Corazones”, Consuelo Ruiz de
González, convivieron con ellos constatando los valores que se les inculca para
hacer de ellos ciudadanos de bien.
Todos disfrutaron de un lindo espectáculo,
escuchando villancicos en un ambiente de hermandad.
La alegría navideña en el hogar inició desde
temprano, cuando jóvenes, niños y directivos, unieron sus voces para
pedir posada rememorando el nacimiento del Niño Dios, que vino al mundo
para decirnos que con amor y esperanza todo es posible, también presentaron una
pastorela para los invitados, entre los que se encontraban diferentes
benefactores.
Entre los cantores participaron la
coordinadora del albergue “María Palmira Lavalle”, Maritza Cerón Pinto, así
como, promotoras y los “tíos” y “tías” que dan amor, cuidado y protección a los
pequeños.
En su mensaje, Adriana Hernández de Ortega, subrayó,
que para el Gobierno del Estado y para el DIF, la atención a los menores es
prioritaria y trabajan con muchas personas para que su vida sea feliz,
tranquila, llena de aprendizaje, superación y esperanza.
-Recuerden, no están solos en este transitar
de su vida, siempre tenga fe y esperanza de que cada día las cosas mejorarán,
pongan todo su entusiasmo y buen ánimo en cada acción que emprendan, lo más
importante es que no pierdan la fe en ustedes mismos y en las personas que los
quieren y luchan para que ustedes avancen y para que cumplan sus metas-.
Agradeció al Patronato del Sistema DIF, a
Directores y benefactores del albergue, su solidaridad permanente en favor de
los pequeños que aquí conviven y su disposición para hacer de él un verdadero
Hogar.
Todos los niños convivieron por varias horas como una gran
familia, además, bailaron y disfrutaron
de los villancicos que interpretó el Orquesta Sinfónica Juvenil y la obra que
montó el grupo de teatro “Compartiendo Sonrisas”, donde también participaron
niños del albergue. Finalmente disfrutaron de una deliciosa cena que
compartieron con sus invitados.
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