sábado, 26 de julio de 2014

EDITORIAL: ¡Las gasolinas no bajan de precio! (Ricardo Alonso LARA TREJO)


Casi fue un regaño a personas necias de México, el que hiciera en días pasados el subsecretario de ingresos de la Secretaría de Hacienda Miguel Messmacher Linartas, al declarar ante los medios: “pese a que la diferencia de precios entre la gasolina mexicana y la gasolina estadounidense se ha reducido, el Gobierno Federal no tiene contemplado suspender la política de su aumento mensual. Lo que se está proponiendo es que a partir de 2015 tú puedas efectivamente tener competencia a la baja en los precios, y dependerá de que se vaya gestando esta competencia a través de mayor número de estaciones de servicio”.
   Con esta palabras del economista por el ITAM, con doctorado en el extranjero y principal negociador de la SHCP del Paquete Económico 2013, cómo pretende el gobierno federal acabar con la pobreza que en nuestro país día con día pasa de mediana a pobreza extrema, si los precios de los productos y servicios en  México dependen de las gasolinas, diesel y en general, de los combustibles.
   Que no la rieguen, se pelean por bajar el precio de las telefonías cuando   cada mes que suben las gasolinas aumenta el traslado de los productos básicos hasta los lugares en donde se comercializan.  Los servicios ni qué decir  y hasta un corte de cabello sube por el desliz  hacia la alta de los carburantes.
   El diseñador del Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012 y   ex economista dentro del Fondo Monetario Internacional e investigador dentro de la Dirección General de Investigación Económica del Banco de México, casi a regañadientes señaló que  la reforma energética no disminuirá los precios de las gasolinas ni por decreto ni por populismo. ¿Qué más quieres mexicano?
   El funcionario de sangre extranjera señaló que aunque la diferencia entre los precios de la gasolina mexicana con respecto al promedio del combustible de Estados Unidos se ha reducido notablemente, el gobierno no tiene contemplado suspender la política de aumento mensual que aplica cada mes.
   Ojo estimado lector, el combustible estadounidense es sólo 1% más caro que el mexicano. Sin embargo el salario entre un obrero mexicano y uno norte americano, tiene casi diez kilómetros de distancia.

   PUNTO FINAL 336. Sigamos apretándonos el cinturón hasta que dejemos de respirar, en el otro mundo es posible que podamos encontrar una mejor forma de vida… hasta la próxima.

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