viernes, 7 de febrero de 2014

GNOSIS EN EL SIGLO XXI. ( Frank Barrios Gómez. )


Desde que el hombre tiene uso de razón, siempre ha buscado la manera de conectarse con la espiritualidad. A su manera, en la prehistoria adoraba a los elementos de la naturaleza, sentía temor cuando uno de ellos se manifestaba con furia, y buscaba la forma de apaciguarlo ofreciéndole ofrendas.
Las cosas en nada cambiaron antes y durante la colonización. Al llegar los españoles a América, los nativos adoraban a sus dioses, un poco más civilizados, pero el sentimiento llevaba el mismo fin.
Y en este siglo XXI, notamos que se sigue en lo mismo, adorando diferentes deidades. Los monjes españoles impusieron a base de sangre su religión, sojuzgando a los nativos americanos, argumentando que eran politeístas, y que en realidad es un solo dios.
Nadie dice lo contrario. Antiguamente se adoró a un dios central, simbolizado por el astro sol que es el mismo dios de todas las religiones actuales. Pero dentro de la Religión Católica, se adora a los ángeles, arcángeles y hasta los santos.
Los aztecas adoraron a Tláloc, dios del agua, mientras que en el catolicismo se menciona a San Isidro Labrador. Además de otras fuerzas al servicio de Dios, como San Judas Tadeo, para los casos difíciles; San Francisco de Así, como protector de los animales, y el Arcángel Miguel, para combatir al demonio.
Observamos que es el mismo proceso, pero con diferentes nombres. Fray Diego Durán, escribió que en una plática que tuvieron los monjes españoles con sacerdotes nahuas, éstos depositaron en la comida de los frailes trocitos de peyote debidamente ritualizado, y en determinado momento se les abrió el tercer ojo a los religiosos, y comenzaron a ver a los ángeles y hasta a los demonios.
Rieron los nativos mexicanos y les dijeron: “Esos seres que ustedes nos están mencionando, los vemos y conocemos desde hace mucho tiempo pero con otros nombres, y no necesitamos comer lo que ustedes están ingiriendo para verlos”. Asustados, los monjes acusaron a los sacerdotes aztecas de brujería y ordenaron su ejecución.
En estos momentos, en los que la época del oscurantismo (edad de piscis) finalizó (04.02.1962), se entró a la era de acuario, cambiando el panorama al empezar a brillar la luz, la cual se aprecia por el adelanto tecnológico, la madurez intelectual y la apertura de muchas corrientes filosóficas, las cuales eran consideradas nefastas, por orden de la Iglesia Católica.
Una de esas escuelas que brilló con luz propia, antes del cristianismo hasta el siglo II fue la Gnosis, escuela filosófica a la que perteneció el maestro de maestros Jesús de Nazaret, además de la corriente de los esenios. Por eso es considerado el gran maestro cristiano, gnóstico y esenio.
Los gnósticos, ante la persecución de la religión impuesta por el emperador romano Constantino el grande, el catolicismo, optaron algunos por abandonar las filas de su filosofía para continuar practicándola en el silencio, otros optaron por convertirse en católicos y otro grupo prefirió emigrar a lugares donde no les conocieran, para evitar represalias.(SI DESEA EL ARTÍCULO COMPLETO, SOLICITARLO A: laratrejo@hotmail.com)

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