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El partido Acción Nacional hace prioritaria su discusión y posible aprobación aún antes de la iniciativa de reforma energética, o está dándole largas para centrar el ánimo político, decaído por los problemas de la reforma educativa, a un tema de interés de los partidos políticos, por las afectaciones que podrían aprobarse.
Se ha perdido en el Instituto Federal Electoral el pulso de la ciudadanía, esa que hace ganadores y perdedores en las urnas, cada tres o seis años, y donde los tiempos de campañas son interminables en la geografía nacional, con un desgaste brutal de todo.
Cada vez hay menos recursos, pero seguimos financiando la decadencia política, no estamos preparados para hacernos de elementos que nos permitan allegar recursos a las campañas políticas, válidos y legales, en esa saludable transparencia que debiera imperar siempre, pero no es así, ni por ser públicos los recursos utilizables en el discurso para ganar una elección, se aterrizan de forma clara.
Ahí están las sanciones del órgano electoral, que entre los participantes de un enorme pastel presupuestal, todavía alcanza para disminuirse millones en recursos de impugnación, vaya fatalidad.
El Pacto por México, desgastado hasta el suplicio, instrumento de colaboración con el ejecutivo y el legislativo, está cumpliendo su ciclo, debe también transparentar los acuerdos al interior, a sabiendas de ser exhibido pronto, porque nada es para siempre, ni el secreto mayúsculo.
Los cambios propuestos por la derecha o las izquierdas en la iniciativa de reforma política, tendrán que se tratados con sumo cuidado por el partido gobernante, las transiciones pacíficas pueden salirse de control.
Hay un exceso de partidos políticos, más los que se aprobarán en los próximos meses, entes que solo buscan afanosamente, como en el caso específico de MORENA, recursos públicos para saciar sus apetitos políticos de cómoda posición.(SI DESEA EL ARTÍCULO COMPLETO, SOLICITARLO A: laratrejo@hotmail.com)
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