lunes, 30 de septiembre de 2013

Después de la tragedia, reparto de culpas: López Obrador .(Mariano ESPINOSA RAFFUL Anaconda )


Es por demás, se nos ha vuelto costumbre repartir culpas cuando no hay explicación lógica, buscar no quien la hizo, sino quien la paga en lo político, puestos de responsabilidad menor seguramente ante una tragedia de dimensiones aún insospechadas.
Porque si de devoluciones se trata, al contrario, las cuentas congeladas de los denominados delitos de cuello blanco, les resguardan sus dineros, y les son devueltos a los políticos que todos sabemos se hicieron de ellos mediante la corrupción, pero esa es otra fatalidad del sistema político, la protección discrecional.
Este último domingo de septiembre y de mes, que nos ha enlutado a todo el pueblo de México, por quienes perdieron todo, familias enteras las absorbió un alud de lodo en el estado de Guerrero, mientras su gobernador departía en lo social, fiel a su costumbre, sin importarle la gente.
También fueron arrastradas comunidades enteras, que se asentaron a las orillas de ríos y arroyos que volvieron a tomar sus causes, como hace unos años con el huracán Paulina, pero no aprendemos al parecer de la desgracia.
No obstante las imágenes dantescas de la población que clama por ayuda, hay quienes se atreven a vender otro tipo de historias, donde la mezquindad y el sin escrúpulo saltan a la vista, en un país que se muere de nada, lo he afirmado aquí en dos ocasiones ya.
Una vez más se utiliza la desgracia humana para manipular a los otros damnificados, esos auditorios que degradan la condición humana, y aquí sí hay responsables con nombre y apellidos, pero nada pasa, porque nada debe de pasar.(SI DESEA EL ARTÍCULO COMPLETO, FAVOR DE SOLICITARLO A: laratrejo@hotmail.com)

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