Kim hizo público que atacaría con misiles atómicos a Japón y de paso a Hawai. Los norteamericanos no se quedaron de brazos cruzados, y dijeron que en caso de llevarse a cabo ese ataque, responderían de la misma manera.
Se manejaron fechas de ataque por parte de los norcoreanos. Hasta el líder de la revolución cubana, Fidel Castro, recomendó a Corea del Norte que se abstuviera de llevar a cabo esa agresión, porque el 70 % de la humanidad saldría perjudicado.
En estos momentos, todo indica que el jovencito (no se sabe a cierta ciencia su edad, pero ronda en los 30 años) líder de Corea del Norte, se ha calmado en relación con sus acciones bélicas. En estos momentos de incertidumbre, a nadie le conviene una guerra de esas proporciones.
Pero existe un suceso, que de haberse llevado a cabo hace 3 décadas, hubiera estallado la tercera guerra mundial, y más por tratarse de las 2 potencias bélicas del momento, E. U. A. y la desaparecida U.R.S.S. El héroe de ese evento, el Teniente Coronel soviético, Stanislav Yevgrafovich Petrov.
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