domingo, 26 de abril de 2015

EL EXORCISTA, PELÍCULA MALDITA( I ). Frank Barrios Gómez.



   Corría el año de 1973, cuando fue presentada al público la película “El exorcista”, de William Friedkin. Considerada la madre de las actuales películas de terror, resultó todo un éxito, tanto en pavor como en la recaudación de taquilla.
   Muchos vimos esa película, y algunas personas resultaron con fuertes traumas, que duraron bastante tiempo. No se hablaba de otra cosa, que no fuera de esa cinta, y algunas personas, en ese momento, cambiaron ciertos hábitos en su vida personal, como el dormir con la luz encendida, y hasta en compañía otra persona, si es que tenían una habitación para ellos solos.
   En Puerto Vallarta, me comentaba uno de mis alumnos, que cuando salió del cine, se encaminó hacia su casa. Quien le acompañaba, al llegar a la suya, como estaba entrada la noche, metros antes de llegar a la puerta de su hogar, divisó un bulto en la oscuridad, y a gritos empezó a llamar a su mamá. Se trataba de un borracho que se había quedado dormido en ese lugar. Pero esa noche, durmió en la cama, con su progenitora.
   Hechos y más hechos desató esta cinta del cine. Ya se sabía que fue filmada en base a un hecho real, que durante y después de la filmación, siguieron suscitándose una serie de sucesos, en aquel entonces inexplicables.
      El hecho que en estos momentos sean más comprensibles, no quiere decir que todavía el hombre alcance a comprenderlos por completo, ya que se trata de sucesos paranormales, que sólo quien los vive, llega a comprenderlos en parte,
   Esa cinta cinematográfica, resultó todo un éxito en todos los aspectos materiales, pero también fue una maldición para muchos que estuvieron involucrados en la filmación. ¿A qué se debió esto?
Todo lo que se filmó, se apegó lo más posible a la realidad, hasta los rituales del exorcismo, y de esta manera, sin proponérselo, se despertaron fuerzas infra dimensionales, que afectaron en parte o permanentemente a los involucrados.
   Esto que sirva de lección, a quienes creen que practicar magia, es sólo tomar un libro y poner en práctica todo lo que ahí está escrito. No se preocupen, quienes lo hacen invocando a los ángeles y demás seres divinos. Serán asistidos, aunque no estén debidamente preparados, porque la divinidad no causa daño a quienes se ponga en contacto con los planos superiores de conciencia cósmica.
Pero practicar magia negra, e invocar a los grandes demonios y demás fuerzas que les acompañan, eso sí son palabras mayores, que pueden ocasionar la locura, una salación que nadie quisiera experimentar, y hasta la muerte.
   Por eso, a quienes se aventuraran a estudiar en los templos de antaño la magia, de antemano se les advertía: “Deteneos insensato. Vas a traspasar este umbral. Si lo haces por curiosidad, la locura y muerte van a tu espalda. Pero si lo haces con respeto y obediencia a tus maestros, puedes ingresar sin problema alguno”. (CONTINUARÁ)

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