miércoles, 19 de noviembre de 2014

¡Víctimas de la violencia! Por Ricardo Alonso LARA TREJO‏



   Su pecado, fue haber nacido con la marca registrada “mujer”. Esto ha generado que desde tiempos remotos, la propia sociedad las haya tildado como seres humanos distintos al género masculino, al hombre. No obstante, esta perversa distinción, ha permitido hacer de la mujer un objeto, un artículo depreciado en lo social, lo cultural y en lo laboral, sin comprender que estos aspectos no vienen tatuado en el cuerpo ni del género masculino, menos en el cuerpo de quien por naturaleza nació mujer.
   En pleno siglo XXI y según investigaciones vertidas por el Programa Universitario de Estudios de Género de la UNAM, desde que el ser humano nace, dependiendo de su sexo, reciben el estereotipo de género y que se les fija como estigma por el resto de su vida.
   Según el propio estudio, la sociedad ha visto y ve a la mujer como seres pasivos, sensibles, débiles, abnegadas, apacibles, recatadas, introvertidas, fieles, dependientes y otros etcéteras. ¿A caso la mujer no puede ser inteligente, razonable, independiente, valiente o autónoma?
   Partiendo de estas nefastas premisas sociales, se han permitido negativas reacciones en contra de la mujer; desde la discriminación, hasta la sanción social, pasando por la inequidad hasta la violencia.
   Muchas voces se han levantado. Ana Güezmes, Representante de ONU Mujeres en México; Roberto de León, director de Política Internacional de Derechos Humanos de la SRE; Karla Lezama Vargas, investigadora y colaboradora de Observatorio Ciudadano en Campeche; así como Argentina Casanova, coordinadora estatal de Observatorio de Violencia Social y de Género entre muchas personas e instituciones nacionales e internacionales que han reclamado leyes drásticas y justas que castiguen severamente la violencia hacia la mujer. Las cosas no cambian.
   Según la ONU, la violencia contra la mujer adopta formas diversas, incluyendo la violencia en el hogar, las violaciones, la trata de mujeres y niñas; la prostitución forzada, la violencia en situaciones de conflicto armado, como los asesinatos, las violaciones sistemáticas, la esclavitud sexual y el embarazo forzado; los asesinatos por razones de honor, la violencia por causa de la dote, el infanticidio femenino y la selección prenatal del sexo del feto en favor de bebés masculinos; la mutilación genital femenina y otras prácticas y tradiciones perjudiciales.
   Se han hecho declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, como la adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en
1993, en donde demuestra el reconocimiento y la comprensión internacionales de que la violencia contra la mujer es una violación de los derechos humanos y una forma de discriminación contra la misma. Pocos o nulos resultados se han logrado. Sólo en el 2013, se denunciaron en México 2 mil 502 muertes, con presunción de homicidio o feminicidio.
    Podrán pasar muchos 25 de noviembre, pero mientras al hombre se le siga considerando en la sociedad como rudo, racional, violento, independiente, tenaz, aventurero, brusco, temerario y fuerte, la mujer seguirá siendo “irracional, fiel, sumisa y obediente".

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