lunes, 3 de noviembre de 2014

LAS REENCARNACIONES DE JOAN GRANT Por Frank Barrios Gómez.



   Muchas personas, en los últimos meses, me han preguntado a que se debe el fenómeno de que en este nuevo milenio se siente gran tracción por lo paranormal. Que si esto es por la era de Acuario que estamos viviendo o en sí, que es lo que motiva este tipo de inquietudes.
   Mi respuesta es que efectivamente, en esta Era de Acuario que inicio el 4 de febrero de 1962 y que comenzó a tomar fuerza a partir del año 2000, es lo que mueve la inquietud del hombre, a buscar eso que la religión no supo contestarle, y cuya respuesta se encuentra en una escuela seria de esoterismo.
Cada quien nace con ciertas facultades paranormales, las cuales no siempre puede explicarse el porqué de ellas. La misma ciencia del siglo XXI, en ocasiones no encuentra una respuesta lógica, para explicar el por que de esas manifestaciones, y se limita a guardar silencio, ante un hecho que nunca entenderán con su mente racionalista.
   Joan Grant nació en 1907, en el seno de una familia acaudalada y falleció en 1989. Los estragos de la primera guerra mundial, no fueron obstáculo para que disfrutara de la comodidad y abundancia. Desde niña demostró que no era igual a las demás y sus padres, por temor a la burla, prefirieron guardar silencio.
   Decía la infante que en sus sueños, se veía viviendo en otras épocas que describía con lujo de detalles. Sus progenitores se reían y decían, que esos sueños eran producto de su mente infantil.
Una mañana al bajar a desayunar, en el comedor se encontraba un soldado con su padre. Joan se dirigió al militar diciéndole: “Se que usted no se burlara de mí. Anoche estuve con un hombre de nombre McAndrew, en el momento mismo en que caía muerto. Puedo describir el escudo del regimiento, aunque no recuerdo el nombre del mismo, salvo por el hecho de que no era inglés.            También puedo decirle el nombre vulgar que le daban a la trinchera”.
   El visitante no se rio, porque sabía que se trataba de un regimiento canadiense. Más adelante escribió una carta a Jack Marshall, padre de Joan diciendo: “Por lo que más quiera, no se burle de la niña. No pretendo encontrar una explicación, pero he investigado lo que ella dijo. Un batallón de ese regimiento fue aniquilado durante un ataque nocturno, pocas horas antes de que ella me refiriera la pesadilla, ese día del desayuno. Un soldado raso de nombre McAndrew estaba entre los muertos. Ella incluso acertó el nombre local que le daban a la trinchera.”
   Joan Grant, soñaba eventos que se estaban dando en ese preciso instante. Su descripción era tal y como lo veía, en sus experiencias oníricas.
   C.G. Lamb, profesor de ingeniería de la Universidad de Cambridge, gustaba platicar largas horas con ella. Un día dijo a la pequeña, que su abuela Jennie pudo haber sido una excelente pianista y concertista. Joan respondió que la abuela le daba clases de piano. El maestro no se rió a sabiendas que jennie había fallecido. (SOLICITAR EL ARTÍCULO COMPLETO A laratrejo@hotmail.com)

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