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Los celtas constituyeron una de las culturas más arcaicas conocida en 
Europa. Es poco lo que de ellos se conoce, porque la forma en que 
transmitían su conocimiento era en forma oral. De esta manera, se 
aseguraban que fuera la persona indicada quien transmitía su filosofía, 
sin correr el riesgo de ser tergiversada. 
    Una casta superior 
en ellos fue la sacerdotal, constituida por los druidas. Para ser 
sacerdote, equivalía a muchos años de estudios, en los que se aprendía 
matemáticas, astrología, botánica y cuando ya se formaban como tal, eran
 muy respetados como si se tratase de reyes. 
    Además eran los 
consejeros de los soberanos, indicando los momentos de iniciar y 
terminar guerras. Ejercían la ley en el pueblo, y si los involucrados en
 el conflicto no se ponían de acuerdo, llegado el momento, los 
sacerdotes determinaban un veredicto el cual debía ser acatado 
infaliblemente. 
    Estaban tan avanzados en conocimientos, que 
los intercambiaban con los griegos. Fueron adoradores de la naturaleza, 
ejerciendo en ella su parte ceremonial. Sus templos, como los conocemos 
actualmente no existían. Se reunían al aire libre donde llevaban a cabo 
sus ceremoniales sagrados. Un claro en el bosque, árboles y estructuras 
de piedras fueron sus oratorios.  
    Desarrollaron un sistema 
zodiacal regido por la luna. Fueron 13 los signos incluidos en este 
sistema, el cual gozaba de la protección y virtudes de árboles 
considerados sagrados. 
    Al nacer una criatura se le asignaba 
uno de estos árboles. Se sembraba y la persona se encargaba de cuidarlo 
por ser su protector. Al morir, se le enterraba bajo ese árbol, aunque 
algunos en vida, hacían un hoyo dentro del árbol para que cuando 
muriera, su cuerpo fuera depositado adentro. Es el primer indicio que se
 conoce sobre el ataúd. 
    Fueron 21 árboles los que 
consideraron sagrados, distribuyéndolos de la siguiente manera: un árbol
 para cada solsticio, y los restantes fueron distribuidos 
equitativamente para cada uno de los 13 signos lunares, excepto el 
álamo, que cubre 3 períodos de su calendario.  
    No se necesita
 poseer grandes conocimientos de astrología para entender al zodiaco 
celta. Si se desea gozar de estos beneficios, puede plantarse el árbol 
que le corresponde y cuidarlo. En caso de no ser posible, con poseer una
 estampa es suficiente y sintonizarse con el espíritu de ese vegetal, 
para gozar de sus beneficios.  
    Cada árbol posee varios 
nombres mágicos. Si el nativo utiliza para sí mismo uno de ellos, como 
su nombre secreto, gozará de las cualidades del mismo. 
    Los 
nacidos del 24 de diciembre al 20 de enero, llevarán el nombre mágico de
 “Beth”, cuyo significado es mundo. Los nombres asociados son Isabel. 
Elizabeth. Bertha. Roberto. Alberto y Norberto. Su gema es el cristal de
 roca, y la flor Margarita. Entre las cualidades encontramos la 
abundancia y prosperidad. Quienes adopten alguno de estos  nombres, 
gozarán de los beneficios del Abedul.(SI DESEA EL ARTÍCULO COMPLETO, SOLICITARLO A: laratrejo@hotmail.com)

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