viernes, 4 de octubre de 2013

LA ELECCION DEL CRISTAL PERSONAL. Frank Barrios Gómez.


La astrología es una ciencia milenaria que encierra grandes secretos. En la antigüedad había que ser científico para pronunciarse como astrólogo. Los magos, como los menciona la Biblia, al buscar el lugar donde había nacido el niño Dios, basaron sus cálculos utilizando la ubicación de las estrellas.
Fue un viaje que hicieron en muchos meses viajando de día, no de noche como lo mencionan algunos clérigos. En ese entonces los caminos estaban llenos de salteadores, y aventurarse a realizar viajes nocturnos equivalía a ser asaltado, y en el último de los casos perder la vida.
Mucho se habla sobre el poder que encierran los cristales, y la Biblia siempre lo ha mencionado. El sumo sacerdote de Israel, en su pectoral portaba 12 piedras precisas, gracias a las cuales su poder se incrementaba durante los ceremoniales que llevaba a cabo. En el libro de Ezequiel, se lee que esas 12 gemas las portó el hombre durante su estancia en el Paraíso.

El Nuevo Testamento hace mención de 12 piedras, que aportarían su energía en los cimientos de las murallas de Jerusalén. Los nombres de estos cristales son: “Amatista, berilio, calcedonia, crisolita, cornalina, crisoprasa, esmeralda, jacinto, jaspe, sardónice, topacio y zafiro.”(SI DESEA EL ARTÍCULO COMPLETO, SOLICITARLO A: laratrejo@hotmail.com)

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