sábado, 19 de julio de 2014

Develaron la escultura de la Stella Maris, como un homenaje a la Virgen del Carmen.


Ante más de 15 mil personas, que abarrotaron la explanada del asta monumental y parte del Malecón de la Ciudad, el presidente Enrique Iván González López, acompañado por el gobernador del Estado, Fernando Ortega Bernés; el obispo de la Diócesis de Campeche, monseñor Francisco González González y el Decanato de Carmen, develó la escultura de la Stella Maris, como un homenaje del pueblo de Carmen a su santa patrona, la Virgen del Carmen.

Cuando la escultura esculpida en bronce quedaba al descubierto, repicaron las campanas del Santuario Mariano Diocesano de Nuestra Señora del Carmen y los barcos anclados en la bahía hicieron sonar sus sirenas. Un coro de voces entonaron cánticos religiosos y el aplauso general vino en cascada de parte de los asistentes.

Previo al acto de develación, las imágenes religiosas de la Virgen del Carmen y del Cristo Negro de San Román, íconos de la fe cristiana entre los campechanos, fueron trasladas al muelle de la Stella Maris, donde posteriormente se cantaron las mañanitas y se oficiaron los autos religiosos del culto católico.

En su intervención, el Presidente Municipal de Carmen hizo referencia a la epopeya histórica de la noche del 15 de julio de 1717, cuando don Alonso Felipe de Andrade y un puñado de valientes enfrentaron a los piratas y los expulsaron para siempre. Aquel amanecer del 16 de julio de 1717 –día de la Virgen del Carmen, patrona de los marinos— vio un nuevo sol y una tierra libre, y los soldados de Andrade atribuyeron el milagro a la santa patrona.

González López explicó cómo nació y evolucionó la idea de crear la Stella Maris, en cuyo proyecto participó mucha gente, especialmente el artista Sergio Peraza Ávila, su principal ejecutor; Jorge Alberto Urbina Cabrales, el ingeniero Gustavo Azcárate; el fundidor en bronce Rafael Diego; el Obispo de Campeche, el gobernador Ortega Bernés, técnicos, obreros, buzos, además del copatrocinio y apoyo de empresas como Oceanografía y DIAVAZ, por citar algunos. Es el sueño y el esfuerzo de mucha gente, hecho realidad.

Explicó también el simbolismo de la imagen escultórica, que no pretende sustituir a la imagen venerada que está en el altar del Santuario Mariano Diocesano, pero que están en concordancia mediante un proceso de ingeniería y de relación espacial. La escultura mide 12 metros de altura y descansa sobre una estructura de diez metros. El muelle que la rodea está inspirado en el modelo arquitectónico de la Plaza de San Pedro, de El Vaticano.

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