lunes, 30 de junio de 2014

Columna Invitada "Cafe Negro" (Revista Luces del Siglo)


Por Óscar González

Políticos rapaces.- ¿Cuándo entenderán algunos políticos ambiciosos que el electorado
mexicano es mayor de edad, que ya no es tan fácil cambiar cuentas y espejitos por el oro de las
oportunidades de desarrollo que significa elegir un buen gobernante? Nunca, quizás. Pero lo
verdaderamente reprobables es aprovechar situaciones de emergencia, de necesidad y hasta
de desgracia para efectuar esta práctica tan deleznable, que deja muchas dudas sobre la ética
de los aspirantes a gobernar y, también, sobre la transparencia y la limpieza de los recursos que
despliegan para “apoyar a la población”.
Hasta la capital del país llegó la suspicacia acerca de la entrega de ayuda a los pobladores
afectados en el sur de Quintana Roo por parte de la fundación Caminemos Juntos, que, incluso
por las siglas impresas claramente en las cajas de artículos entregados, no deja duda de que en
realidad es el brazo activista de Carlos Joaquín González, subsecretario de Operación Turística
de la Secretaría de Turismo federal. Para mayor vergüenza, lo publicó Reforma en su principal
columna, “Templo Mayor”. Glosamos:
“HAY VECES que las coincidencias dejan de ser curiosas y se vuelven sospechosas.
“AHORA QUE la tormenta “Boris” trae bajo el agua a la península yucateca, en Quintana Roo,
algunas de las familias afectadas han comenzado a recibir despensas de un alma caritativa.
“LA AYUDA proviene de la agrupación civil Caminando Juntos y en las cajas que se le entregan a los
damnificados aparecen enooormes la “C” y la “J” que, coincidentemente, son las iniciales de Carlos
Joaquín.
“¿Y QUÉ TIENE que ver el subsecretario de Turismo federal en todo esto? Pues, para empezar, que
su sueño es ser gobernador del estado.
“Y NO SÓLO ESO: esta agrupación Caminando Juntos -¡otra coincidencia!- es muy cercana al
funcionario federal o, por lo menos, es su fan, pues en las redes sociales no hace otra cosa que
difundir la vida, obra y milagros de Carlos Joaquín”.
Nada que ver con su actual encomienda su repentino furor asistencialista-clientelar. Yucateco de
origen cozumeleño, el flamante funcionario federal es de los que se siente mucho más a gusto en
los glamorosos cocteles de esa industria tan desarrollada en el norte del estado que atendiendo
las necesidades de la empobrecida población del sur de la entidad.
Otra frustrada suspirante por la gubernatura, que también tiene su propia “fundación” llamada
Corazón, Cora Amalia Castilla Madrid, anda por las mismas, aunque ella sí es chetumaleña e
incluso fue alcaldesa.

No dudamos que Carlos Joaquín le esté rezando a san Isidro Labrador para que las lluvias
sigan agobiando sobre todo a las poblaciones rurales y a la capital Chetumal para que se siga
justificando el tráfico de esas cajas que llevan dos enormes letras, ce y jota, que las identifican
como otorgadas por Caminando Juntos pero todo mundo sabe que se trata de las iniciales de
quien ya intentó fallidamente ser gobernador pero no pierde las esperanzas. A ver si alguien
se avienta el trompo a la uña de exigirle al funcionario federal que aclare de dónde salieron los
recursos para tan “humanitaria” ayuda.

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