CADA QUIEN DA LO QUE LLEVA EN SU INTERIOR. Frank Barrios Gómez.

La mayoría de la gente finca su felicidad en los objetos materiales. Presumen una bonita casa, un flamante automóvil, un puesto en el trabajo que les otorga poder, viajes, reconocimientos y no se ponen a pensar, que eso es parte de la vida para hacerla placentera, pero no del todo otorga felicidad.
Estas personas, en muchos de los casos, pierden el piso sintiéndose superiores a todo aquel que le rodea, viéndoles con desdén y tratándoles como sus sirvientes.
La vida es una maravillosa rueda que gira constantemente. El movimiento que lleva a cabo, en ocasiones hace que los que estén arriba sufran un giro drástico, descendiendo varios peldaños, viéndose casos en los que de la noche a la mañana se encuentran abajo.
Familias que fueron poderosas, hoy sólo presumen el apellido, porque lo que tuvieron se les esfumó de las manos, y el escaparate de los bienes materiales, es sólo lo que les queda y pueden presumir.
Los valores morales que cada quien lleva en su interior, jamás se perderán porque día a día se van cultivando, al grado que es una riqueza que nadie puede arrebatar, porque son logros que pertenecen al alma.
El estado interior es algo que no puede ocultarse. Los ojos son las ventanas del alma, y a través de ellos, puede leerse lo que cada quien lleva en su interior. Una paz interna, una voz que arrulla, ademanes tranquilos, caminar con firmeza, son parte que denota lo que cada quien ha cultivado en su alma.(SI DESEA EL ARTÍCULO COMPLETO, SOLICÍTELO A: laratrejo@hotmail.com)