LOS OJOS SON LAS VENTANAS DEL ALMA. Frank Barrios Gómez.

Esta frase es célebre, y son pocas las personas que se han puesto a meditar en la profundidad que encierra este refrán. El mundo que nos rodea lo captamos mediante impresiones visuales, entre otras, dándonos cuenta sobre lo que se tiene a nuestro alrededor.
Ojos limpios, son los que tienen los niños, que no guardan maldad en su corazón. También los de pocas personas adultas, que no están corrompidas por ambición, odio, venganza y rencor.
Es conocido que cuando se descansa, en los momentos del sueño, el alma se escapa del cuerpo físico viajando a lugares insospechados. Ese sitio es la región de los sueños, mencionada por las religiones como el cielo. Los estudiosos de metafísica le denominan esferas celestes, y los estudiosos de física, cuarta dimensión o hiperespacio.
Al despertar el individuo, es el instante en que el alma vuelve a su envoltura física, quedando nuevamente atrapada como el genio de la lámpara de Aladino, y regresa a la realidad, está nuevamente en la prisión, desde la cual percibe al mundo que le rodea, asomándose a través de un par de ventanas que se llaman “ojos”.
La gente puede hacer muchas cosas y esconderlas. Para ello existen infinidad de marrullerías, pero siempre habrá algo que les delate, la mirada, desde la cual se conoce perfectamente a una persona.
Alguien que mire fijamente a los ojos de quien tiene al frente, está demostrando seguridad en sí mismo. Las expresiones que se manifiestan en esos momentos a través de los ojos, son el indicativo emocional que demuestran alegría, contrariedad, tristeza, preocupación, estimación y respeto.
Algo bello en los instantes en que se ve a los ojos a alguien, viene siendo lo que jamás se podrá ocultar por ser un sentimiento puro, y ese viene siendo el amor. Los ojos adquieren un toque mágico volviéndose vidriosos y algo inseguros al principio, producto de un temor a ser rechazado de ese sentimiento. Todo esto, acompañado por una sonrisa que si el pintor más sutil la captara y plasmara en un lienzo, junto con las expresiones involuntarias del rostro, se estaría dibujando una manifestación de lo que es el verdadero amor.
Una persona que no es capaz de mirar de frente, es indicio que no es sincera. Podrá sacar todo el léxico que quiera de su pecho, pero algo le traiciona. Quien sepa leer el lenguaje de los ojos, se dará cuenta de muchas cosas con sólo ver los de quien tiene al frente.
Hay miradas que matan, mientras que otras atrapan. “Es que me viste de cierta manera, que ya no pude escaparme de la magia de tus ojos” “Es tan profunda tu mirada, que encierra un halo de misterio, el cual quiero conocer porque sin darme cuenta ya soy parte de ti”. “Tu mirada me pone nervioso (a)”, dicen algunos al tiempo que no pueden sostener su vista sobre el otro (a), y un temblor tanto de voz como del cuerpo les invade. Parecen niños en esos instantes, sin importar la edad, siendo esto producto de la manifestación más pura que existe y que se conoce con el nombre de “amor”.
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