domingo, 29 de septiembre de 2013

TIEMPOS APOCALÍPTICOS. Frank Barrios Gómez.


Hablar sobre catástrofes en estos instantes, resulta ser el pan diario, ya que a nadie le causa extrañeza el tema. Antes no se veían ni escuchaban las cosas que estamos viviendo, y aun así, viendo la tempestad no nos arrodillamos.
Sin importar el punto geográfico donde se viva, en mayor o menor circunstancia se aprecia actos que parecen sacados de una película de ciencia ficción, en la que los protagonistas somos nosotros, los habitantes de la Tierra.
¿Culpables? Casi todos los humanos. No se puede generalizar, pero ya se llegó a un límite, en el que se dieron muchas oportunidades para que se cambiara la conducta y se enaltecieran los valores morales; y el ser humano hizo caso omiso a esas llamadas de atención, que la misma naturaleza puso a nuestro alcance.
Todos los fenómenos catastróficos que se están manifestando, no deberían agarrarnos de sorpresa. Hemos sido los sembradores de una cosecha, la cual en estos instantes estamos recolectando sus frutos.
No quiero ser alarmista porque nunca lo he sido. Tampoco un fanático que mete miedo para sacar provecho de las circunstancias. Pero lo que se está manifestando, es una verdadera revolución de la madre naturaleza, quien nos brinda todo lo que se necesita para vivir, y se le paga de una manera ingrata, mordiendo la mano de quien nos brinda abrigo, y no conforme con esto, nos la estamos acabando.
Pero la gran mayoría quiere pasar por alto que la Tierra es un organismo viviente. Por tal motivo siente y reacciona. En 1952, el físico alemán, W. O. Shumann, constató que la Tierra está rodeada de un campo electromagnético, al igual que el ser humano con su campo áurico, poseyendo una resonancia de 7.83 pulsaciones por segundo.
Por milenios, el corazón de la Tierra mantuvo ese ritmo cardiaco. Pero a partir de los años 80, la frecuencia de 7.83 pasó a 11 y 13 hertzios. Esto indica que las pulsaciones de la Tierra se aceleraron, como le pasa a una persona que se vuelve hipertensa.(SI DESEA EL ARTÍCULO COMPLETO, SOLICITARLOS A: laratrejo@hotmail.com)

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