Muchos hijos de papi y mami, están acostumbrados a estirar la mano y exigir, sin mediar el esfuerzo que hacen sus progenitores para que esos caprichos sean subsanados. También tienen mucha culpa los viejos, por no enseñar a sus hijos a sentir el esfuerzo que debe hacerse para adquirir lo que se desea, y así valorar esos alcances.
Dicen los papás que durante su juventud sufrieron muchas carestías, y no quieren que sus hijos pasen por algo similar. Por eso, les cumplen todos sus gustos y su mayor felicidad es verlos rodeados de abundancia.
Estos viejos, se ponen en sus ojos una venda, la de la ignorancia, por no querer aceptar el mal que están haciendo, al no exigir lo mínimo a sus vástagos para darles lo que piden. Luego, que no se quejen cuando no puedan satisfacerles sus deseos y comiencen a verse las faltas de respeto, producto de haber creado a unos holgazanes, que serán una lacra para la sociedad.
Los padres no van a ser eternos, y la mejor herencia que pueden dejarle a sus hijos es la educación, además de enseñarles a pescar para que todos los días coman pescado, sin necesidad de depender de nadie.(SI DESEA EL ARTÍCULO COMPLETO, SOLICITARLO A: laratrejo@hotmail.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario