PACTOS CON EL MALIGNO. Frank Barrios Gómez.

arecerá inusual que en pleno siglo XXI todavía se sigan practicando artes mágicas demoniacas, pero es una realidad. No puede negarse que si por un lado, un grupo de personas se dedican a la adoración de lo divinal, por el otro se encuentre otro grupo, adoradores de las fuerzas siniestras de oscuridad.
Muchos que se dicen adoradores de Satanás y practican ceremoniales, en los que incluso, se efectúan sacrificios humanos, son gente enfermiza que disfrazan sus negras tendencias degenerativas, para valerse del nombre del ángel caído, y llevar a cabo orgías, sodomías y todo lo que conlleve a realizar una mente enferma.
Reza un refrán que, el diablo tarde o temprano les retuerce el pescuezo a los brujos, y se los lleva a sus dominios. En su nombre se dice y hacen muchas cosas, que a la larga hace que un grupo de degenerados, cometan todo tipo de atropellos de la dignidad humana.
Al ser desintegrados estos grupos, con sorpresa la autoridad se da cuenta que en sus filas, personas distinguidas son fieles seguidores, y participaron en más de una ocasión de estos ritos conocidos como satánicos.
Un mago (no confundir con prestidigitador), está consciente del resultado que ocasiona al estar llevando a cabo invocaciones, tanto blancas como negras. Todo en el Universo obedece a leyes y quien las trasgreda, tendrá que pagar el precio por el hecho de haber alterado un movimiento.(CONTINUARÁ)