Ahí expresé que la transformación de PEMEX es indispensable para liberar el gran potencial económico de México.
Frente a la Nación refrendé también que PEMEX no se vende ni se privatiza, PEMEX se transforma y se moderniza.
PEMEX es, y seguirá siendo, patrimonio de todos los mexicanos.
Y como patrimonio de los mexicanos, PEMEX debe administrarse con la mayor eficiencia, honestidad, transparencia y rendición de cuentas.
Lo lograremos con una Reforma Energética que beneficie a todos los mexicanos.
Es tiempo de transformar a PEMEX, para transformar a México. Hay que mover a PEMEX, para que PEMEX mueva a México.
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