martes, 14 de abril de 2015

Las buenas noticias del presidente Peña Nieto Gerardo García (LA RAZON DE MEXICO.)



Se le notaba cómodo. Siempre que aterriza en este húmedo, cálido aeropuerto, parece despojarse de ese halo de presión que le acompaña. Su sonrisa se amplía; sus músculos parecen relajarse. Su mirada adquiere ese tono que podía llamársele de paz. En un día convulso, el presidente Enrique Peña Nieto aterrizó en Cancún y pudo sonreír.

Miércoles por la tarde y en una escala rumbo a Panamá, a donde acude a una cumbre de presidentes de América, el presidente Peña Nieto puede hablar de buenas noticias.

Acude al anuncio de una inversión multimillonaria de un empresario turístico, Daniel Chávez de Grupo Vidanta, y habla en su discurso de algo que pareciera en estos días olvidado en los medios de comunicación: ...Y a veces pareciera que no quisiéramos o nos negáramos a reconocer los avances y a registrar las buenas noticias. Estamos en búsqueda de ellas y cuando las tenemos frente a nosotros, pareciera que no las vemos. En este ámbito, en el ámbito turístico, son buenas las noticias que hay. México sigue avanzando, sigue creciendo su infraestructura, amplía los destinos turísticos que ofrece para los habitantes de este país y para visitantes extranjeros

Buenas noticias que se generan en un sector económico que avanza de manera espectacular. Buenas noticias que surgen de una industria que está conjuntando los intereses y los alcances del gobierno y la iniciativa privada. Buenas noticias que hablan de un México que pareciera no existir en los afanes de aquellos que consideran que todo lo que sucede está mal.

Buenas noticias que le generan al presidente Peña Nieto un buen ánimo que tanto ese día se notó.
Se nota que hay buena química entre ambos. Quizá contribuya en gran medida que esta entidad, Quintana Roo, es generadora constante de buenas noticias.

Que el gobernador Roberto Borge pueda hablar con él de una narrativa positiva; que no tenga que sentarse con él a escuchar de tragedias y desgracias, sino de historias de éxito y de un estado que navega en paz aún en medio del mar turbulento. Quizá porque hay una confianza sustentada en hechos.

Terminando el evento en que se anunció la millonaria inversión turística, ambos caminaron apartados del resto de la comitiva. Entraron, el presidente Peña Nieto y el gobernador Borge, a un salón solo ellos dos. Una reunión de unos treinta y cinco minutos en la que hablaron ambos de temas como el papel del estado en el sector turismo, del respaldo absoluto de la Federación hacia la entidad para que sostenga su nivel de crecimiento en el sector; del apoyo político que le dio el presidente al gobernador: uno que debe leerse con detenimiento de cara al proceso electoral federal de junio próximo, sin dejar de mirar el siguiente, en 2016, en el que se elegirá a su sucesor.

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