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“Es necesario e imprescindible, para la credibilidad y legitimidad del actual proceso electoral en marcha, que Rafael Alejandro Moreno Cárdenas explique la procedencia de los millonarios recursos que usa para hacer campaña política, y particularmente, los 15 millones de pesos que, según cálculos conservadores, utilizó para el acarreo de personas y manejo de medios en su registro como precandidato único del PRI al Gobierno del Estado el domingo pasado”, exigió ayer el precandidato perredista a la gubernatura, Fernando Dante Imperiale García.
“Aunque el derroche es obvio, escandaloso y constante, desde hace varios años, Alejandro Moreno Cárdenas dilapidó –sólo en su registro- un estimado de 15 millones, con los cuales usó no menos de 150 autobuses para el acarreo, repartió tacos, tortas y refrescos, y principalmente, uniformó a los medios de comunicación, para que no hubiera nada más importante que su evento”, señaló.
El hecho de que el diputado federal con licencia, Alejandro Moreno, despilfarre tales cantidades de dinero, enfatizó Imperiale García, “debe dar pie a una investigación de las autoridades electorales (INE), de la PGR y de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda. Más, cuando se trata de un personaje ligado a Amado Yáñez Osuna, el ex dueño de Oceanografía actualmente preso e investigado por agencias nacionales y norteamericanas por fraude, lavado de dinero y delincuencia organizada”.
Recordó que el mismo Alejandro Moreno reconoció –ante un periodista nacional- sus reuniones con Yáñez Osuna cuando ya el Sistema de Administración y Enajenación de Bienes había intervenido a Oceanografía; y con funcionarios federales para hablar sobre el mismo caso, lo cual, sin duda, matiza lo que ya era un secreto a voces desde antes del escándalo de la petroempresa: que como legislador, le servía a Yáñez como personero y facilitador de sus turbios negocios.
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