lunes, 11 de agosto de 2014

TIEMPOS APOCALIPTICOS. ( Frank Barrios Gómez)



Y los hombres que vendrán después de mi conocerán la verdad de lo que digo, porque habrán visto que infaliblemente se realizaban varios acontecimientos vaticinados por mí.
También sabrán los que quedan por cumplir, pues los he indicado con claridad. Entonces las inteligencias comprenderán bajo el cielo, pero sólo cuando llegue el tiempo de disiparse la ignorancia, el sentido de mis predicciones será cada vez más claro “. (Nostradamus, 1555).
Michel de Nostradamus, ilustre médico francés, nacido en 1503, es uno de los videntes más grandes registrados en la historia. Le tocó vivir la época del oscurantismo, cuando la Inquisición era la que dictaba las leyes, y todo aquello que no encajaba dentro de sus intereses, quienes lo promulgaban eran enviados a la hoguera, después de haber sufrido cruel tortura, escudándose los monjes católicos, en que actuaban bajo el nombre de Dios.
En 1555, fueron editadas las primeras de sus principales profecías, conocidas como “Las Centurias”, las cuales en vida del vidente comenzaron a cumplirse con exactitud. Muchos critican el lenguaje oscuro que el profeta utilizó para escribir sus versos, y no toman en cuenta que así debió ser por la época que se estaba viviendo. En la epístola a Enrique II, el profeta aclaró: “Los tiempos exigen que tales eventos ocultos no fuesen profetizados más que en forma muy enigmática... Si lo quisiera, bien podría fijar la fecha para cada cuarteta.”
Cierto día, en una aldea perdida de la campiña de Ancona, Italia, Nostradamus se arrodilló con toda humildad ante un monje franciscano de nombre Felix Peretti. Al preguntársele el por que de esa acción respondió: “No debo, pues, arrodillarme frente a su santidad”. Diecinueve años después de la muerte del vidente, el mundo conocería a ese franciscano, bajo el nombre de “Papa Sixto V”.
Desde hace años, se dice que la humanidad amenaza con destruirse al terminar un ciclo, y esto se manifestará por los acontecimientos que se están viviendo, guerras, hambre y miseria, las naciones se levantarán en armas, los hijos se revelarán contra los padres, y lo más triste de todo, el ser humano pierde sus valores tornándose egoísta y materialista. La triste realidad, es que esos eventos se están viendo en estos instantes, y más de uno dice que estamos viviendo tiempos apocalípticos.
El atentado sufrido en las torres gemelas el 11 de septiembre de 2001, en la ciudad de Nueva York, encendió la mecha para que el país más poderoso del mundo, hablando bélicamente, Estados Unidos de Norteamérica, lanzara de inmediato una declaratoria de guerra, promulgada por el entonces presidente, George W. Bush, al terrorismo internacional.
Los jerarcas islámicos se han pronunciado contra ese tipo de actos, diciendo que no todos los musulmanes son terroristas, y no deben medírseles con la misma vara. Muamar El Gadafi y Saddam Hussein, presidentes de Libia e Irak, fueron asesinados en forma indirecta por el gobierno norteamericano, al considerar que sus países eran escuelas de terroristas. (SI DESEA EL ARTÍCULO COMPLETO, SOLICITARLOS A: laratrejo@hotmail.com)

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