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Contundentes fueron las palabras de
Fernando Ortega Bernés, el pasado mes de
agosto, durante el banderazo para la
reconstrucción de una avenida en la colonia
20 de Noviembre de la ciudad amurallada de San Francisco.
“Quien no trabaje mejor que deje su puesto a una persona que sí esté
dispuesta a hacer lo mejor por la
ciudad”, dijo el gobernador al respaldar
el trabajo de la alcaldesa campechana Ana Martha Escalante Castillo.
La advertencia de Ortega Bernés, fue duros y firmes en las decisiones en
contra los que no trabajan, caló los oídos de miles de empleados o burócratas estatales y municipales.
Actualmente el gobierno del estado de Campeche está en manos de un
gobernante que desde el primer día de administración se ha dedicado a trabajar muy de
cerca con los habitantes de los once Campeches. Ahí donde está la gente que le
brindó el voto de confianza. Con las personas marginadas del estado,
buscándoles solución a los grandes problemas que aquejan a esos hermanos
campechanos. Fernando Ortega, no es ejecutivo de oficina, es un gobernante de campo.
Con estas características del Gobernador del estado, son pocos los
funcionarios que le aguantan el paso.
Son muchos los que temen salir al sol porque se sudan la camisa. Todo lo resuelven desde sus
cómodas oficinas.
En Carmen, las cosas no son mejores. El presidente municipal, Enrique
Iván González López, le dio justo al punto medio con su Programa de Respuesta
Inmediata (PRI), ha puesto a prueba a sus colaboradores más cercanos. Muchos de ellos
andan buscado la sobra de los árboles, mientras que el alcalde sin miedo al sol
o al calor, camina estrechando la mano de los habitantes de las diferentes
colonias que se han beneficiado con este excelente programa. Lástima, pero con
Enrique Iván deben sudar la camiseta, no sólo los funcionario de primer nivel,
sino también los de segunda y los de tercera, pues ya que así se comprueba que llegaron ahí para servir a la comunidad y no
para servirse de ellos.
Es momento para que, tanto en el
gobierno estatal como en los municipios, se cumplan las palabras del gobernador:
“Quien no trabaje…”
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