sábado, 8 de junio de 2013

SAN FRANCISCO DE ASIS..Frank Barrios Gómez.


La vida que debe llevarse para alcanzar la santidad tiene que ser austera. Un rico jamás alcanzará la santidad, de seguir en el camino de los bienes materiales. Es aquí donde entra en conflicto la mente humana, y muchas controversias son las que mal interpretan la riqueza material, poniendo al frente al Espíritu como escudo.
El Espíritu no está peleado con la riqueza. El Padre Celestial quiere que su hijo tenga abundancia para que disfrute, sólo que él (el hijo) se aparta del camino del equilibrio y se aboca a almacenar bienes materiales, olvidándose de los espirituales.
“Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre al reino de Dios”, escribió Mateo en su evangelio. Palabras dichas por Jesús, que no del todo han sido interpretadas debidamente por los que se dicen católicos y todo lo aceptan por medio de dogmas.
En aquel entonces, las ciudades eran amuralladas para protegerlas de los saqueadores. Además de la entrada principal tenían otras puertas más pequeñas conocidas como “ojo de aguja”. Un camello, arrastrándose podía con dificultad pasar a través de ellas.
Jesús de Nazaret convivía con gente rica, y sus seguidores fanáticos le recriminaban el por qué andaba con los pecadores. Quienes elevan este tipo de crítica, siempre son gente que viven en la miseria y no hacen nada por abandonarla. Demuestran su inaptitud haciendo este tipo de comentario para justificar su situación. (SI DESEA EL ARTÍCULO COMPLETO, FAVOR DE SOLICITARLO A: laratrejo@hotmail.com
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