La hermandad y cooperación latinoamericana es útil y necesaria para superar los desafíos sociales que enfrentamos. Por eso agradezco que el ex presidente de la República Federativa de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, esté con nosotros nutriendo a México con su experiencia en el Programa Hambre Cero.
Hoy, en nuestro país 7.4 millones de personas viven con hambre; la erradicación de ésta es una obligación moral y es el camino que necesariamente debemos seguir para transformar a México. Ningún mexicano debe quedar fuera del desarrollo; el combate a la pobreza extrema y el abatimiento del hambre son el centro de la agenda política nacional.
La Cruzada Nacional contra el Hambre nos convoca y debe unir a todos; la lucha contra el hambre requiere del compromiso y la participación de mujeres y hombres, jóvenes, personas mayores, voluntarios y también de empresas. Todos y todo lo que contribuya a este movimiento es bienvenido.
Los mexicanos no podemos ser ajenos a lo que lastima a nuestros semejantes. Todos juntos tenemos que asegurarnos que México sea un país sin hambre.
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