En la vida hay que arriesgar muchas cosas. Esto no significa que vamos
a deshacernos de algo que se tiene seguro, por otra cosa a la que a
leguas se ve que no lo tiene. Hay que tener precaución y no echar toda
la carne al fogón, ya que podemos quedarnos con las manos vacías, por no
haber previsto una situación nefasta, en caso de no cristalizar nuestro
objetivo.
Quien se queda en la orilla del río, sin siquiera
hacer el intento por cruzarlo, puede pasarse ahí toda su vida. Vería a
quienes lo intentaron y lograron llegar a la otra orilla, emprender un
nuevo camino, el cual dejará infinidad de satisfacciones.
La
vida resulta toda una odisea. No tiene nada escrito, y quienes deben
escribir en las páginas, para que se haga historia somos nosotros. |
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