domingo, 17 de mayo de 2015

¿DONDE ENCONTRAR AL VERDADERO AMOR? Frank Barrios Gómez.


Sólo por hoy voy a ser feliz. Nada distraerá mi atención para lograrlo, y viviré este día, como si fuera el último de mi existencia. Sí, es hoy, porque mañana será otro día, y no sé si abriré de nuevo mis ojos para verlo.
Tan bello y sutil que es el amor, como para desperdiciarlo, si es que en ese momento nos encontramos degustando esas mieles, que no cualquiera puede disfrutar plenamente.
El amor no es cosa que pueda comprarse con cualquier tesoro material. Tampoco podemos decir que se trata de una lotería, que es alguien afortunado quien llega a sacársela. Mucho menos, puede aceptarse la expresión, que el amor es ciego, y todo lo tiene que soportar.
“Te casaste para toda la vida”. “Así lo quiere Dios, y es la cruz que debes cargar”. Paradigmas que la sociedad impone a los débiles de mente, que no hacen las cosas a su gusto, pensando en el qué dirán los demás.
Y qué debe importarnos los comentarios que vomitan los envidiosos, que como no tienen oficio ni beneficio, se la pasan criticando al prójimo, y al ver que una pareja es feliz, de inmediato buscan la manera de sembrar cizaña, para ver si uno de los 2 muerde el anzuelo, y se deshace esa unión.
¿Dónde hay que buscar al amor? Busca… Busca… Y sigue buscando, y quizá nunca lo encuentres, porque la cosa no va por ahí. El amor no es un objeto que puede comprarse. Las caricias sí. El amor no se alquila, porque no es algo ficticio. El amor llega en su momento, en el lugar menos esperado, y si no se aprovecha ese momento, da la espalda y se retira.
Cobardía. Miedo al qué dirán. Pensar que ya pasó la edad en la que se puede amar. Esperar a que le rueguen, creyéndose príncipe o princesa. Cuando se tuvo y se pudo no se quiso. Y cuando se quiere, ya pasó su tiempo. Esto es motivo de reflexión para los inseguros, y para quienes anden muy necesitados, y agarran cualquier cosa que les llegue.
La vida es un constante ir y venir, nada permanece estático. Lo que se siembre, tarde o temprano se recogerá. Hay gente que escupe hacia arriba, creyendo que la saliva no bajará y los salpicará.
Cada quien es libre de escoger el lugar y personas con las que tenga que convivir. Ellas se convertirán en nuestros maestros, porque algo vamos a aprender de esa relación. Serán maestros cariñosos o violentos. De acuerdo al sentimiento interno de cada quien, se estará a gusto con el tipo de gente que se tenga alrededor.
En el caso de una pareja, hay que poner en balanza si vale la pena continuar juntos, soportando vejaciones y humillaciones, o que cada quien tome el camino que más le convenga.
Soportar situaciones tormentosas, donde se tiene maltrato físico y psicológico, argumentando que se aguanta por amor, es un error creer que eso debe ser así. A las situaciones conflictivas y neuróticas, causantes de dolor, frustración y resentimiento, los paradigmas le califican como “amor”.

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