sábado, 20 de septiembre de 2014

LA BÚSQUEDA DEL CONOCIMIENTO. ( FRANK BARRIOS GÓMEZ).



La búsqueda del conocimiento es algo que pocas personas suelen indagar. Muchas de las veces, se busca en el lugar equivocado, y cuando se reacciona, ha pasado mucho tiempo en el que la persona se había enfrascado en un solo sitio, desaprovechándose hermosas oportunidades para avanzar al punto exacto que otorga sabiduría.
Otra gente, conocidos normalmente como “mariposeadores”, nunca hicieron nada, por no poseer una disciplina, que es lo que se requiere cuando se anda tras una meta. Hoy están en un lugar. Al día siguiente, sin haber asimilado lo que alcanzaron donde estuvieron cambian de sitio, haciendo lo mismo donde vayan. Están en todo y a la vez en nada,
Si se va a adentrarse en una disciplina, hay que estar ahí hasta aprender las bases que la sustentan. Una vez logrado ese objetivo, entonces debe buscarse otro lugar, donde se refuerce lo aprendido, para poder avanzar en el plan que se ha trazado.
Podemos observar que ésta es la meta que se traza en una carrera universitaria, donde el estudiante primero obtiene el título, siendo varios años de estudios para lograrlo. Después vienen las especialidades, en las que el profesionista se enfoca a una rama de ascenso, que le permite ganarse el prestigio sobre lo que va a aplicar en el transcurso de su vida.
Lo mismo sucede con la vida espiritual de cualquier persona. Lo primero, será adentrarse en una corriente filosófica, en la que aprenderá lo que su espíritu requiere, para buscar la iluminación.
Existen infinidad de corrientes filosóficas, diseminadas en el mundo. Cada una de ellas existe, porque cumple un plan perfecto trazado por la divinidad. Y esto es porque el Divino Creador, respetando el libre albedrío de cada quien, permite que existan varios caminos, para que cada quien, de acuerdo con su nivel interior, escoja el que más se adapte a él.
Criticar el credo del vecino, argumentando que ese tipo de filosofía no es la correcta, sería algo dictatorial, y Dios no es ningún dictador. Si fuera así, impondría una sola corriente filosófica, pero para el adelanto espiritual que tenemos los humanos, en estos momentos, se hace necesario que existan infinidad de doctrinas, para que cada quien escoja la que más se adapte a su sentir.
Federico Nietzsche, en su ejemplar obra “Así habló Zaratustra”, la enfoca a este profeta persa, quien siempre anduvo en la búsqueda del rayo del superhombre, el cual hace perfecto a cualquier individuo.
La corriente zoroastrista, infundada por el profeta Zaratustra, pone a este iluminado como alguien que sabía que cada quien llevan dentro de sí una chispa divina, que hay que despertar para regresar al seno de donde un día se salió, la divinidad.(SI DESEA EL ARTÍCULO COMPLETO, SOLICITARLO COMPLETAMENTE GRATIS A: laratrejo@hotmail.com)

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