martes, 5 de noviembre de 2013

Obligatoria educación de calidad: Enrique Peña Nieto.( Mariano ESPINOSA RAFFUL )


Más allá de las ociosidades de los que lucran con paros y plantones, hacen mítines en medio de la Paseo de la Reforma, bloquean carreteras y liberan casetas de cobro para el no pago del peaje, hay maestros en México que desean que las cosas no sigan como están ahora.
Quizá no son tantos, ni son los menos, pero el compromiso está ahí, en los cientos de escuelas públicas donde hoy se enseña, se brinda educación a niños y jóvenes en edad de estudiar, de aprender, de asistir con regularidad a hacerse de conocimientos.
La vida misma es cada día más complicada, compleja, difícil, por ello la facilitación de herramientas para lograr acceder a mejores estándares de aprendizaje es loable, y lo posibilita un presidente como Enrique Peña, comprometido con la base de toda posibilidad de salir del ostracismo, la educación.
Porque una sociedad afirma el titular del poder ejecutivo, que no se ocupa de formación de las nuevas generaciones, está condenada a perderse y extraviarse en el tiempo, a no tener rumbo, ni desarrollo, menos progreso.
Son los maestros para este gobierno, que no para todos, -los que pasaron por los pinos de noche, y algunos en estados que reprimen las inteligencias-, el pilar principal de la educación en México, y nosotros agregaríamos, después de los padres o tutores, porque se enseña menos.
La reforma educativa impulsada desde el poder ejecutivo, hizo que se sensibilizara el legislativo, con el propósito de elevar la calidad de la educación, pero hoy algunos denominados mitos y sobre todo la desinformación, nos tienen otra vez de rodillas ante la ignorancia que golpea consciencias.
No existe la confianza, se ha perdido la esperanza, y por muy rescatable que resulten los cambios para ir por una educación de mejores niveles, esos beneficios tendrán que precisarse de una manera clara, para que los “vivales de la educación”, no lucren con los vacíos que ha dejado el gobierno, después de aprobarse la reforma.
La reforma educativa no será letra muerta, si se hace acompañar en la realidad, la formación y la educación de las nuevas generaciones, junto con calidad, pero sobre todo escuelas dignas, porque está escrito, lo demás es retórica pura.(SI DESEA EL ARTÍCULO COMPLETO, SOLICITARLOS A: laratrejo@hotmail.com)

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