lunes, 18 de noviembre de 2013

GRITOS Y SUSURROS. Frank Barrios Gómez.


Observemos a 2 personas cuando platican. Pongamos atención a los gestos que se manifiestan en sus rostros, las miradas que se proyectan, los ademanes que hacen con sus manos y la fuerza del tono de la voz. Con estos detalles fácilmente se detecta que tan armoniosa es esa plática.
El cuerpo tiene su propio lenguaje corporal, no necesitando sonido alguno para expresar su estado de ánimo. ¿Por qué en ocasiones se pierde la calma y tanto, movimientos como sonidos se tornan bruscos?
Sencillamente esto sucede cuando se llega a perder la paciencia, se olvida de la tolerancia o se quiere imponer una decisión, y la contraparte no está dispuesta a dejarse someter.
Entre gente cuerda, lo recomendable sería no perder la paciencia, volverse tolerante ante el violento, ya que el fuego no se combate con fuego, y de seguir ese juego, lo que sucederá es verse involucrado en una serie de acontecimientos, cuyo desenlace a nada bueno conduce.
Quien no pierda la paciencia, sencillamente hará notar su inconformidad, diciendo no estar de acuerdo con esa decisión, y con una sonrisa de dominio sobre sí mismo (que es lo que muchos no tienen), da la espalda dejando al bravucón con su enojo, y su estado anímico exaltado.
Reza un refrán que quien se enoja pierde, también quien cae en ese estado de ánimo tiene 2 problemas, haberse enojado y tendrá que ver cómo contentarse. Además de correr el riesgo de aguarse el día o el evento en el que se encuentra. Quien se descuide, será arrastrado por este torbellino de sentimientos encontrados.
¿Por qué se manifiesta el enojo entre 2 personas? Muchas respuestas pueden darse, y no es el caso lavarse las manos buscando una justificación. Cada quien tendrá su propia verdad y razón, siendo respetadas en todos los casos. Tampoco es válido buscar un chivo expiatorio para cargarle las culpas, porque cada quien debe ser responsable de sus propias acciones.
Se enojan 2 personas, cuando una de ellas entra en el juego de la otra y cuando se da cuenta, se encuentra atrapado dentro de la telaraña que sutilmente se tejió a su alrededor, y en muchos de los casos no es posible escaparse de algo en lo que queriendo o no, como se dice vulgarmente, se está dentro de la olla.(SI DESEA EL ARTÍCULO COMPLETO, SOLICITARLO A: laratrejo@hotmail.com)

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