sábado, 21 de mayo de 2016

¿QUE ES LA VEJEZ? Frank Barrios Gómez.







Alguna vez nos preguntamos qué se siente ser viejo. Infinidad de respuestas llegaron a nuestra mente, y no fueron comprendidas en su momento, porque para comprenderlas, hay que vivirlas y nadie siente lo que está sintiendo el vecino.
De jóvenes vimos a muchos viejos sufrir de achaques, lo que hasta cierto punto nos inquietó, y más de uno sintió temor y hasta pidió a la vida, nunca llegar a una edad avanzada, para no padecer los síntomas de los adultos mayores.
Jóvenes fueron impactados por el cuadro que estaban viendo, al grado que toda la vida se la pasaron con el temor de envejecer, imaginando infinidad de cuadros en los que ellos eran los protagonistas, en caso de alcanzar esas edades que por su corta edad, veían imposibles de llegar a ellas.
Se han preguntado ustedes que es la vejez. Será una bendición o maldición. Y por qué algunos llegan a esa etapa de la vida, y otros no alcanzaron a vislumbrar siquiera esas mieles que otorga el Creador, al llegar a una etapa que debe considerarse natural en el ser humano.
Al nacer Sidartha, el Buda, su padre, el rey Suddhodana lo cría dentro del palacio no permitiendo que el joven príncipe, tenga contacto con el mundo exterior, y no conociera el sufrimiento humano.
Sidartha hace su vida dentro del palacio, contrayendo nupcias con la Yasodhará, con quien procrea a Rahula.
Al salir por primera vez y ver el mundo exterior, Sidartha conoce la enfermedad, vejez y muerte, quedando impactado. Ese espíritu de ayuda a la humanidad se manifiesta en él, al grado de dejar a su familia, desobedecer a su padre y abandonar el palacio para buscar la perfección, y ayudar al ser humano a alcanzar un equilibrio entre lo material y espiritual.
La naturaleza humana, no escapa llegar a una edad en la que se envejezca. Muchas veces quiere engañarse a la madre naturaleza, y el individuo se somete a infinidad de cirugías, aparentando de momento una juventud, que denota el temor que siente por la vejez y al final del ocaso, su apariencia es la de un títere que hace reír a quien le rodea.
No quiero decir con esto que no vaya la persona a someterse a una cirugía reconstructiva. Para eso son los adelantos de la ciencia, para vivir una vida decorosa y con dignidad. No está mal darse un retoque en caso de ser necesario, y contar con el medio económico para ello. Aquí no entra el que pongamos en entredicho la voluntad de Dios, o que sea vanidad lo que hace que la persona tome esa determinación.
Hay que saber envejecer con dignidad, y disfrutar la vida como Dios manda. Los años no pasan en balde y el padre Cronos (el tiempo), pasa la factura en su momento, y de acuerdo a como se haya vivido, así será como cada quien termine su vida, con prestancia, si se trató de alguien equilibrado, y supo cultivar su cuerpo para que llegado el instante, lo haga en plenitud de facultades. O terminar sin poderse valer por sí mismo, porque creyó que la juventud le alcanzaría para toda la eternidad.

Juventud divino tesoro, que cada día que transcurra la vamos acabando. Vejez, premio que sólo se le otorga a quienes escucharon los consejos de sus mayores, que hablaron de acuerdo a su propia experiencia.

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