sábado, 22 de junio de 2013

LA VERDADERA AMISTAD. Frank Barrios Gómez.



Los amigos son como las estrellas que resplandecen en el firmamento. En ocasiones las nubes las tapan, pero eso no es indicio que hayan desaparecido. Cuando más se les necesita, vuelven a brillar con esa luz propia que les caracteriza.
Un amigo es como un ángel guardián que acude al llamado de auxilio que recibe. La amistad es un tesoro que hay que cultivar constantemente, demostrándolo no sólo de palabras, porque estas son como las nubes, que se las lleva el viento más insignificante que sople en cualquier momento.
En una fiesta o convivencia se llega a conocer mucha gente. La amabilidad se manifiesta como por arte de magia, y se ofrecen para auxiliar en el instante en que se les requiere. Pero cuando se les busca, quizá sólo para saludarles, exponen mil y un pretextos para no dar la cara. Creen que algo se les va a pedir y ahí es donde se conoce al verdadero amigo.
Claro está que muchos sólo visitan al conocido cuando necesitan de un favor. Una vez conseguido lo que persiguen, no son capaces de levantar el auricular del teléfono para externar el agradecimiento por el logro obtenido. Lástima con este tipo de personas que no saben cultivar una amistad, y una y otra vez continúan con su acción de no externarle a su amigo, lo que obtuvieron gracias a su intervención.(SI DESEA EL ARTÍCULO COMPLETO, SOLICITARLO A: laratrejo@hotmail.com)

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