La
soberbia y la forma para resolver un problema político del presidente municipal
Fernando Sleme Lavadores, agrediendo a palos, gases lacrimógenos y utilizando
la fuerza pública contra ancianos, niños e indígenas cansados y hartos del
autoritarismo y la autocracia del PRI gobierno de querer imponer en contra del
pueblo a comisarios amigos del presidente municipal, demuestra no solo la falta
de oficio político de apertura democrática de tolerancia, de gobiernos del PRI
emanados de un fraude electoral. Lo que sucedió en el municipio de Hecelchakán,
tierra del extinto senador Guillermo del Rio Ortegón, pro activista de los
derechos de los indígenas, no es más que un acto de barbarie y de segregación racial acuso el Secretario
general del Comité Ejecutivo Estatal del PRD, Luis Alonso García Hernández;
denuncio que este atropello fue ordenado desde el más alto nivel político del
estado y que nos debe mover como campechanos porque la agresión a indígenas
indefensos, que su único reclamo era que se respetara el ejercicio de la
democracia, no bebe pasar por alto por que ofende nuestra campechanidad
alardeada por el gobierno en turno. |
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